Por Yohan Ramírez
02/08/2013
Con el objetivo supremo de
conquistar la transformación de nuestra sociedad a una más justa, igualitaria y
desarrollada, una sociedad socialista; el pueblo venezolano tiene el más firme
compromiso de seguir la lucha por los senderos que nos encamino nuestro eterno
líder comandante Hugo Chávez. El ideario de Bolívar hoy día toma la más grande
de las vigencias y se sustenta en la contextualización que hace nuestro
Comandante, la construcción del Socialismo del siglo XXI que no es un
planteamiento sacado de su boina gloriosa, es el resultado teórico de siglos de
lucha, de vidas dedicadas a transformar la sociedad
y a detener el avance de
los imperios genocidas y explotadores de los pueblos más desposeídos. El
socialismo del siglo XXI no es una copia de modelos ni pretende imponer
pensamientos descontextualizados, es la más pura creación y compendio del
pensamiento universal con sangre negra, india, mestiza, con sangre de grandes
europeos como Carlos Marx, Vladimir llichi, Antonio Gramshi como también de
gigantes Africanos como Nelson Mandela o asiáticos del tamaño de Mao Tsetun o
Ho Chi Min y como no contar con el aporte esencial de magnánimos personajes de
Latinoamérica como Ernesto Guevara, Fidel Castro y nuestro Hugo Chávez.
Esta nueva idea de sociedad
enraíza sus más nobles principios en la lucha de los libertadores del siglo IX
y se sintetiza en el mandato que clama la misma madre tierra “Todo el poder para el Pueblo” como la
forma más acertada de transformar tal sociedad. No es el poder a una masa
abstracta porque concluiría en un movimiento anárquico y distorsionado, el
pueblo debe empoderarse en principio de la idea de ser pueblo, de la conciencia
de clase que refuta a la burguesía, la conciencia de pueblo; en segundo término
debe asumir el poder organizativo, la masa deja de ser masa para establecer una
estructura orgánica, el pueblo organizado con las características y
peculiaridades que le definan de acuerdo a sus intereses y necesidades, un
cuerpo conciente. En última instancia la dictadura del pueblo debe ser dueña de
las políticas públicas y del desarrollo de la sociedad, debe empoderarse del
desarrollo económico, social, cultural – educativo y político a través de dicha
organización constituida.
En estas ideas de nuevos mundos y
de pensamientos renovados se nos presenta la comuna como hija predilecta de la
lucha emancipadora, la comuna como la forma de gobierno más ajustada a todo ese
peregrinar de vidas, luchas e ideas; como la estructura de sociedad que permite
el desarrollo de esa dictadura del pueblo. Pasar de pueblo oprimido, explotado,
jodido, a pueblo gobierno, a pueblo dueño; no solo dueño de su conciencia
también dueño de sus medios de producción, dueño de sus políticas públicas,
dueño de su desarrollo integral. Es la comuna el deseo más sublime de que un
pueblo construya su propia libertad.
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